A tres días
para desembarcar en Ghana, echamos la vista atrás y recordamos cómo empezó todo.
Hace cuatro años ya, en un orfanato de Angola llamado Lar Kuzola...
Y así
contábamos en nuestro diario los Primeros Pasos de Esprinta África:
Luanda, 12 de julio de 2010Lar Kuzola. O un orfanato más de África. Eso es lo que habría sido para mí si no hubiera sabido que la directora acepta desarrollar aquí el proyecto.Cuando la reja es abierta por los hombres de seguridad, lo primero que veo es un niño. Es un niño grande, un jovencito que parece tener cierta discapacidad, que tapa su boca con una mano y ríe mientras mueve la otra de arriba abajo lleno de júbilo. «Bom día», le digo. Y él me tiende la mano con la que se estaba tapando la boca hace un instante. Cuando se la estrecho, el chico vuelve a taparse la boca riendo con la risa exagerada del que no teme ser feliz por un instante.